Talleres para músicos

Descubre esta experiencia

Algunos músicos disfrutan la estructura de la partitura; algunos, la libertad de un jam y otros más gozan de ambos por separado. En el sistema Ritmo y Percusión con Señas se entremezclan la sensaciones de la improvisación y la estructura. Las señas permiten a cada músico —a nivel individual— contribuir con sus creaciones y experiencias únicas, mientras que al mismo tiempo se va construyendo —a nivel grupal— una composición colectiva en tiempo real coordinada a través del director.

Durante la improvisación se tiene la sensación de flujo, de una fusión entre actor y acción en la que la espontaneidad toma el mando de nuestras manos y se camina al filo de la navaja. Ahora imagina caminar por ese filo de la mano con tus amigos en un equilibrio colectivo en donde la heterogeneidad individual contribuye a la riqueza de la creatividad del grupo, generando composiciones únicas e irrepetibles. Todo esto en comunión íntima con el público.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero a veces no alcanzan ni mil imágenes para expresar un sentimiento; es el drama del poeta. Por esto, aunque pueda escribirse una enciclopedia completa acerca del sabor del mango, esta no se compara con el primer mordisco. Hay que vivir la experiencia. Esta innovadora técnica tiene una descripción que se antoja compleja. Por eso te invitamos a descubrir la experiencia con nosotros. Si tú o tu grupo están interesados en aprender más acerca del Ritmo y Percusión por Señas, contáctanos y con gusto te ayudaremos. Puedes descargar la información completa del taller aquí. Si quieres asistir a uno de nuestros conciertos, también puedes darle una mirada a nuestra agenda.

Aquí puedes contagiarte un poco:

“La Improvisación con Señas te da la oportunidad de tener una conversación, escuchar y responder. Tensionar o distensionar la idea del otro, variando el pulso, complementándola, adicionando o quitando golpes y silencios, cambiándole el color, jugar con las ideas y obtener entre dos una tercera idea. Se logra ver la música desde otra perspectiva. Es como ver un vaso por un lado que nunca viste antes, descubrir que antes no habíamos concebido un vaso así. Les permite a los músicos ahondar en un entrenamiento rítmico avanzado que desarrolla el entrenamiento auditivo. Les permite llevar el ritmo al límite, utilizando sus propias influencias musicales. Mientras tanto el director completa, armoniza, organiza y conduce. En general el método nutre la diversidad intuitiva y permite conocer rítmicamente al otro de manera bidireccional. Es un juego donde sacamos lo nuestro que ya tenemos dentro para expresarlo juntos”.

Rodrigo Matta, Director.

 

La Percumotora… ¡Nunca suena Igual!